El ensamble Les Arts Florisans, dirigido por el reconocido maestro William Christie, es uno de los grupos más importantes de música antigua. Acompañado de un grupo de solistas, el ensamble semiescenifica las óperas Acteón de Marc-Antoine Charpentier y Dido y Eneas, de Henry Purcell.
Juntar Dido y Eneas y Acteón en el mismo programa es una idea muy del gusto de William Christie. Estas óperas de cámara, que cuentan entre los ejemplos más notables del género, son un maravilloso complemento entre sí: Acteón es probablemente parte de un grupo de obras presentadas en Inglaterra a finales del siglo XVII y que podrían haber suministrado al joven Purcell una fuente directa de inspiración para su Dido y Eneas – cuyo libreto menciona explícitamente la historia del desgraciado cazador devorado por sus propios perros.
Al asociar los elementos franco-italianos de la escritura de Charpentier al estilo de la escuela británica en ciernes, el "Orpheus Britannicus" (como Purcell era conocido) fue capaz de elevar la ópera inglesa a la cima de la elegancia y la elocuencia. Esto es exactamente lo que el público de esta gira americana podrá escuchar con un nuevo elenco joven que reúne a varios ex premiados de Le Jardin des Voix.
Acteón
Mientras que, en un valle, Acteón y sus amigos cazadores persiguen a un oso, Diana y sus ninfas se ofrecen a la pureza de un arroyo. Acteón, buscando reposo, se retira solo a un claro del bosque, es aquí donde descubre la desnudez de las diosas. Diana, que ve al cazador indiscreto, se enfurece y convierte a Acteón en un ciervo. Acteón descubre con pavor su apariencia de bestia e implora a los Dioses de << retirarse de la luz >>; sus propios perros, que no lo reconocen, harán de él su presa. Es Juno, la diosa celosa, quien ha urdido tanto infortunio, para vengarse de los amores adúlteros entre Júpiter y Europa. Los cazadores tebanos, a coro, lamentan el funesto destino de su soberano.
Dido y Eneas
En su palacio, la princesa Dido le confiesa a Belinda el tormento que la agita: su corazón está muerto de amor por Eneas, el príncipe troyano, huésped de Cartago. Eneas hace su entrada: el amor que Dido le manifiesta, él también lo comparte.
Pero, desde el fondo de su caverna, las nefastas furias conspiran para destruir este idilio. Bajo la apariencia de Mercurio se aparecen a Eneas, interrumpiendo su caza, durante una fuerte tormenta: él debe abandonar Cartago y abandonar a Dido - para volver a juntar las orillas de Hesperia y fundar una nueva Troya. Los navíos de Eneas levan anclas; con el corazón destrozado, Dido no tendrá más que la muerte por refugio.
Créditos
Orquesta: Les Arts Florissants
Director musical y clave: William Christie
Dirección de escena (versión semi-escénica): Sophie Daneman
Solistas:
Acteón :
Reinoud Van Mechelen: Acteón
Elodie Fonnard: Diana
Lea Desandre: Juno
Maud Gnidzaz: Hyale
Rachel Redmond: Aretusa
Virginie Thomas: Dafne
Renato Dolcini: Cazador
Dido y Eneas :
Lea Desandre: Dido
Rachel Redmond: Belinda
Elodie Fonnard: Segunda Mujer
Renato Dolcini: Eneas
Carlo Vistoli: Hechicera
Maud Gnidzaz: Primera bruja
Virginie Thomas: Segunda bruja
Reinoud Van Mechelen: Espíritu / Marinero
Conjunto instrumental de Les Arts Florissants
Violines: Emmanuel Resche, Théotime Langlois de Swarte
Viola: Sophie de Bardonneche
Oboe: Pier Luigi Fabretti
Tiorba: Thomas Dunford
Violonchelo: Alix Verzier
