La Zarzuela: la mezcla perfecta entre música y teatro en un solo género

Pon a prueba tus conocimientos en este breve repaso por el género musical escénico y descubre más sobre esta forma de música teatral.

La zarzuela en España equivale a lo que es la opereta en Viena, la ópera cómica en Francia, o el ‘singspiel’ en Alemania. Es una obra dramática y musical en la que se alternan escenas cantadas y habladas en español, con el propósito de hacer más comprensible el desarrollo del argumento.

El término zarzuela, en sentido musical, aparece por primera vez como una danza rústica en uno de los autos sacramentales de Lope de Vega. Más adelante, en el siglo XVII, se convierte en una  pieza musical que se interpretaba para el entretenimiento del rey y sus invitados en el Palacio Real de la Zarzuela, de ahí su nombre. Una de estas primeras obras fue El Laurel de Apolo, con libreto de Pedro Calderón de la Barca y música de Juan Hidalgo. Eran obras cortas, en uno o dos actos, en el estilo de la ópera buffa que acuñaron el nombre de ‘género chico’. 

A comienzos del siglo XIX casi desaparecieron, desplazadas por la ópera italiana. Sin embargo, la zarzuela viviría un renacimiento a partir de 1850, con compositores como Barbieri, Chapí, Bretón o Chueca, y una generación más adelante con Vives, Luna, Moreno Torroba, Guerrero y Sorozábal, quienes consolidaron la ‘zarzuela grande’.

A diferencia de la zarzuela del ‘género chico’ es una obra más elaborada, con variedad de números musicales, algunos típicos de la ópera como arias, pasacalles, dúos, coros, y otros propios de la tradición española como habaneras, boleros, coplas, jotas y seguidillas. Estas zarzuelas generalmente están construidas en tres actos sobre temas más serios y dramáticos enmarcados con frecuencia en los paisajes y las situaciones típicas españolas. El mejor ejemplo de este tipo es Luisa Fernanda.

El libreto fue escrito por Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw, quienes trabajaron juntos en exitosas zarzuelas como La Canción del Olvido de Serrano, Doña Francisquita de Vives, La Rosa del Azafrán de Guerrero y La Tabernera del Puerto de Sorozábal. La música es de Federico Moreno Torroba, compositor, director de orquesta y crítico musical; una respetada y admirada personalidad de la música en su país que ha merecido tener una calle con su nombre en la capital española.

Su primer maestro fue su padre, José Moreno Ballesteros, organista y profesor del Conservatorio de Madrid, quien dirigió el estreno de El amor brujo, de Manuel de Falla, con la participación de Federico al piano. Como compositor, escribió música sinfónica, óperas y ballets, y un importante repertorio para guitarra, motivado por su amigo Andrés Segovia. Pero se destacó principalmente por sus zarzuelas, unas 80, entre las que cabe mencionar, además de Luisa Fernanda, María Manuela, La Mesonera de Tordesillas y La Chulapona.

Trabajó también como crítico musical en varias publicaciones; como miembro de la Junta Nacional de Música de la Segunda República promovió el apoyo a los compositores y a las nuevas obras. Con el advenimiento de la Guerra Civil, en 1936, se trasladó a Navarra y luego con la llegada de Franco al poder se convirtió, junto con Turina y Rodrigo, en uno de los músicos más influyentes en España. Entre sus labores se cuentan también la de empresario del Teatro de la Zarzuela y del Teatro Calderón, miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y Presidente de la Sociedad General de Autores Españoles (SGAE), cargo que ocupó hasta su muerte.

 

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