Con una impecable función en Medellín, finalizó esta gira nacional que logró dejar huella tanto en el público asistente al espectáculo como en quienes se dieron la oportunidad de participar en los talleres, clases e intercambios realizados con compañías y escuelas de danza del país, como parte del ejercicio de enriquecer nuevas miradas y conocimientos de la danza.

Para los jóvenes bailarines pertenecientes a Alma en Movimiento, la experiencia también fue única. “Esta gira deja huella en muchos lugares y en muchas personas que se dedican a la danza,  es una voz y una representación de que la danza en Colombia ha crecido y vale la pena”, expresó Bryan Corredor, bailarín de este programa.

“Ha sido la mejor experiencia porque conocí mi país bailando, descubrí mis potencialidades en la danza contemporánea y creé lazos con personas que jamás pensé que conocería”, manifestó Sebastián Medina, integrante de Alma en Movimiento. Y concluye Santiago Rojas: “Es increíble la cantidad de gente que se enteró de esta gira. Para cada uno de nosotros fue especial y más que una experiencia linda para recordar, creo firmemente que Alma en Movimiento va a crecer de una manera exponencial y va a marcar la historia de la danza en nuestro bello país”.

Más allá de una agenda que a diario respondía por ensayos, talleres, entrevistas a medios de comunicación, montaje de cada función, vuelos, climas diversos y diferentes culturas, esta primera experiencia nacional de Alma en Movimiento es un gran salto para la evolución de esta apuesta del Teatro Mayor por fortalecer el campo dancístico del país y apoyar el talento de jóvenes que sueñan con la danza como su principal opción de vida personal y profesional.

“Alma en Movimiento significa para mí haber cumplido un sueño, haber conseguido amigos para toda la vida, cultivar mi vida profesional, perfeccionar mi danza, mejorar como persona y crecer al lado de inmensos y maravillosos bailarines que representan mi país, aprender de grandes de maestros, y aprovechar bailar la obra El Sueño de Lilith que me genera el danzar con el corazón”, expresó con emoción Sofía Negret, perteneciente al programa.

La danza es la razón de ser de estos 12 bailarines y el público es su motor, el que anonadado admiró el potencial de cada uno de ellos y les dio la convicción de que somos un país que baila, que está en nuestra sangre, y que el talento está allí esperando para ser aplaudido y apoyado.

“Estoy impresionado con el trabajo. Asombrado y maravillado de ver que en Colombia hay artistas así, que valoran y se esmeran por un buen resultado y tener un gran producto. Los chicos hicieron un trabajo impresionante. Me gustó toda la escenografía, la iluminación... Estoy enamorado de este trabajo", afirmó John Beltrán, asistente a la función realizada en Barranquilla.

Ver: Alma en Movimiento con su Sueño de Lilith resplandeció en Barranquilla y Cali

Emocionada, la maestra Ana Beatriz Gutiérrez, Directora de la Asociación Cultural Ballet Metropolitano de Medellín y de la Compañía de Danza, expresó: “Me sorprendió  muy positivamente, con los años que lleva Alma en Movimiento veo una compañía madura, de talla internacional; creo que esto es una cara de Colombia al mundo que vale la pena llevarla. No es que nos falte talento, hay que apoyarlo, es una realidad que necesitamos para que todo bailarín tenga una proyección hacia su profesionalización".