Una apuesta por la Danza en Colombia

Osorio
Director General del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo

A continuación, María Teresa Calderón, Directora de Patrocinios, Responsabilidad y Mecenazgo del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo y creadora de Alma en Movimiento, y Antonia Bonilla, primera gestora del programa, nos hablan sobre su creación. 

¿De dónde surgió la idea de crear un programa de formación y profesionalización en danza?

ANTONIA: Fue un proceso muy interesante que reunió los intereses y las necesidades de varios actores, desde muchísimos puntos de vista. Hay un compromiso en el Teatro Mayor que, a pesar de sus pocos años de existencia, tiene el propósito de acompañar y de fomentar el talento en Colombia. A eso se une Bancolombia, un aliado que ha estado ahí casi desde el principio. También hubo un grandísimo interés por parte del Instituto Distrital de las Artes en sembrar una semilla para la danza. Realmente fue una alineación de los astros. El proyecto tiene una visión de apoyar lo nuestro, de apoyar ese talento local, tanto de los jóvenes como de los maestros, que le han dedicado toda su vida a la danza. Es muy conmovedor ver a jóvenes que deciden, que escogen irse por ese camino, en un país donde hay pocas posibilidades. Quisimos hacer algo integral para su bienestar, y que fuera un proyecto que tuviera una arista artística una arista humana, y una arista de estar creando un grupo que fuera una primera semilla fuerte para el largo plazo.

MARÍA TERESA: El verdadero subdesarrollo de un país es la pérdida de talento, y Colombia es un país lleno de talento joven pidiendo a gritos oportunidades para desarrollarlo y volverlo formas de vida plena, y mecanismos que integren a millones de personas a la sociedad a partir de sus especificidades y sus fortalezas. La idea del programa es detectar ese talento y encubarlo, en la para permitirle que madure. Estamos lejos de haber profesionalizado las artes en Colombia, y en particular la danza, que es quizás de las artes la más desprotegida: en el país no hay un sistema que permita proyectarse profesionalmente como coreógrafo, como bailarín o como maestro. Una institución con la voluntad y con la credibilidad del Teatro Mayor apoyando un proceso de formación de este tipo permite se tenga una relación distinta con lo que hacen, que salgan de una cierta vivencia de marginalidad, y tengan condiciones optimas que les permitan maximizar su talento.

¿Para dónde va Alma en Movimiento?

MARÍA TERESA: En el corto plazo, Alma en Movimiento es una red de talento, que el Teatro ha alimentado, y ha proyectado al mundo. Confío en que, en el mediano plazo, los bailarines mantengan un vínculo sólido y estrecho entre ellos, y con el Teatro, así como con las instituciones que promueven cultura en Colombia. En el largo plazo aspiraría a que este esfuerzo se concrete en la creación de una compañía profesional de danza residente en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. Ese es mi sueño.

ANTONIA: Lograr una compañía de danza es un proyecto de largo aliento: no es algo que pasa de un día para otro. Es difícil porque requiere de un compromiso muy grande, y de tener un poco de paciencia para empezar a ver resultados. Pero así es la danza, así son las artes escénicas, así es el arte en general: disciplina, dedicación y paciencia. Nadie se vuelve Picasso en un día. Uno lo ve en las grandes compañías en el mundo: son personas que son escogidas cuando son niños, y entrenadas de una manera muy rigurosa durante muchos años, para lograr conformar una compañía. Ese era el sueño principal: poderle aportar al país y al género de la danza con un grupo profesional muy bien formado, que pudiese hacer parte de grandes producciones.