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En un hospital psiquiátrico, un grupo de militares provenientes de territorios en guerra y víctimas de diversos trastornos post-traumáticos de stress, se encuentran realizando una terapia psico-social a través del teatro, para ello representan el caso del soldado Woyzeck: Un hombre que para sobrevivir se somete a diversas humillaciones, hasta el punto de convertirse en el ratón de laboratorio de un doctor. Entre la desesperación y la precariedad padece alucinaciones, en las cuales se ve traicionado por su mujer y obsesionado la mata.
La expresión latina Homo Homini Lupus (literalmente, "el hombre es un lobo para el hombre") tiene su precedente más lejano en el dramaturgo latino Plauto, que resume efectivamente una concepción antigua de la condición humana, en la que el hombre tendría el instinto de arrollar al prójimo, como el lobo que, en determinadas circunstancias, despedaza a sus símiles.
La propuesta de Homo Homini Lupus es una libre adaptación de Woyzeck de Georg Büchner, es una obra de teatro con máscaras grotescas, que situada en el contexto del hospital psiquiátrico que plantea Peter Weiss en su clásico Marat/Sade, repropone la estructura dramatúrgica de teatro dentro del teatro.
El drama de Woyzeck nos ofrece un ejemplo amplificado y grotesco de la acción corrosiva a la que pueden llevar los mecanismos perversos del poder sobre la libertad individual, la salud psicológica y el resquebrajamiento del tejido social.
Resuena el eco de la propuesta dramatúrgica en el contexto de nuestros días y a través del espejo alterado de la representación en la representación, se reflejan también el grupo de actores y actrices del Teatro CENIT, quienes se enclaustraron durante dos meses en el año dominis de la pandemia del Covid-19, para reflexionar a través del teatro sobre el encierro, la salud mental y el feminicidio.
