El ABC de la estética de la Ópera de Beijing

La puesta en escena de la Ópera de Beijing tiene características que la han convertido en un arte escénico icónico por sus vestuarios, maquillajes y por su música.

Con motivo del 80 cumpleaños del Emperador, hacia finales del siglo XVIII, cuatro compañías de ópera de la provincia de Anhui llegaron a la capital china para deleitar a los asistentes de la celebración. Así fue como nació la Ópera de Beijing, un arte que no solo es el epítome de las artes escénicas y la cultura china, sino que hace parte de la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. 

Para comenzar a apreciar un espectáculo de la Ópera de Beijing, es necesario tener una idea de los signos y del simbolismo que están incorporados en cada aspecto de la puesta en escena. Parte de su encanto, es el maquillaje y la indumentaria que utilizan, y la música que acompaña a los actores y actrices en escena.  

El maquillaje es uno de los elementos más importantes a la hora de contar una historia en esta ópera, pues es quien se encarga de describir los roles y personalidades de los personajes. Los Sheng, por ejemplo, son roles masculinos; mientras que los Dan, son roles femeninos. Los actores que personifican alguno de estos, suelen tener un maquillaje simple que se caracteriza por tener una capa blanca en el rostro, una sombra roja desde las cejas hasta los ojos y las mejillas, y un toque de color en sus labios. Asimismo, cada uno de estos roles tiene subcategorías que definen la edad, personalidad o estatus de los personajes, y que igualmente están representados con maquillaje. 

Los roles Jing Chou, en cambio, se caracterizan por llevar un maquillaje más elaborado que resulta en un Lianpu, o maquillaje similar a una máscara, en donde los colores y patrones pintados en sus rostros revelan sus personalidades. El rojo, por ejemplo, connota devoción, valentía y rectitud; mientras que el azul, representa a alguien que es firme, feroz y astuto; o el dorado y plateado, que son colores que indican que el personaje es un dios o un espíritu. 

El vestuario, por su lado, es el elemento que refleja el estatus y la condición social de los personajes y se divide en cuatro categorías principales. El Mang y el Pei, son indumentarias que se les atribuye a aquellos personajes de la familia imperial o de clase alta, con la diferencia de que el Mang es una túnica y el Pei se asemeja a la ropa informal. El Kao, es una especie de armadura que usan los guerreros, mientras que el Zhezhi es el vestuario usado por los personajes de clase media.  

Y como elemento principal en esta y todas las óperas, está la música. En esta puesta en escena, los músicos en lugar de estar al frente en el foso de la orquesta están fuera de la vista del público, a un lado del escenario. Ellos tocan instrumentos tradicionales que tienen dos divisiones: la civil, que acompaña el canto; y la militar, que acompaña la actuación, el baile y la lucha.  

Otra característica peculiar de la música que acompaña a la Ópera de Beijing es que no es creada por un compositor, sino que se basa en conjuntos de melodías tradicionales codificadas y se usa para expresar sentimientos como felicidad, ira, dolor o melancolía. 

Estas y otras virtudes estéticas y musicales de la Ópera de Beijing están disponibles en Teatro Digital desde el 1 de octubre con la Compañía Nacional de Ópera de Beijing de China y su ópera ‘El Rey Mono causa caos en el cielo’. 

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