García Lorca y el teatro que no se detiene ni ante la guerra

Federico García Lorca, el gran dramaturgo y poeta español, murió fusilado por las fuerzas franquistas en pleno estallido de la Guerra civil española. Lorca, que dejó para la historia un legado de obras inmortales como Yerma, Las bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba, luchó por hacer teatro en todo momento, pese a la compleja situación que se vivía en su país. 

Ese sentimiento de que el teatro siguiera presente aunque fuera en los momentos más difíciles impregna el argumento de su última obra de teatro, El sueño de la vida. Esta pieza inconclusa, de la que García Lorca solamente alcanzó a escribir el primer acto, llegará este jueves 29 de octubre, a las 8 p. m., a la plataforma Teatro Digital. 

Adaptada y dirigida por Jorge Hugo Marín, esta coproducción entre el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo y La Maldita Vanidad se podrá ver hasta el 6 de mayo en la plataforma, de Bancolombia el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, un escenario de la Alcaldía Mayor de Bogotá a través del Instituto Distrital de las Artes. 

La Maldita Vanidad lleva a escena este texto con un destacado elenco, encabezado por Patricia Tamayo, Ella Becerra, Jairo Camargo, Alejandro Aguilar, Saeed Pezeshki, Wilson García, Cristian Galvis, Jennifer Ortiz y Miguel González. 

El sueño de la vida se centra en un grupo de actores que prepara su montaje de Sueño de una noche de verano, una de las obras fantásticas más famosas de William Shakespeare. La representación se ve interrumpida por las secuelas de la guerra que suceden afuera de la sala.  

Los actores se ven enfrentados entonces a la disyuntiva de si el teatro debe seguir adelante en un contexto bélico. Y el teatro sigue adelante.  

En su adaptación, Marín busca darle más protagonismo a Shakespeare e incluso incluye una de las secuencias más famosas de una de las tragedias del bardo inglés: Macbeth. Además, el director y dramaturgo colombiano hace referencias en el texto a la situación actual. 

La Maldita Vanidad nació en el 2009 y su primera obra fue El autor intelectual, dirigida por Marín. Con esta pieza, la primera de la trilogía Sobre algunos asuntos de familia, el grupo comenzó a consolidarse en la escena nacional y también en el exterior, pues sus obras empezaron a girar en importantes encuentros escénicos internacionales.