Hace siete años, Bogotá empezó a ser el epicentro de la música clásica en Semana Santa

El miércoles santo del 2013, se inauguró el primer Festival Internacional de Música Clásica de la ciudad, que estuvo dedicado a Beethoven.

Ese sábado santo del 2013 se estaba terminado de instalar una tradición en la vida cultural de Bogotá. Antes de las 8:30 p. m. de ese 30 de marzo, ya habían pasado 55 conciertos del primer Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá dedicados al repertorio del compositor alemán Ludwig Van Beethoven, cuya importancia en la música clásica no necesita presentación.

La presentación final, en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, estuvo a cargo de la Orquesta Filarmónica Nacional de Hungría, que en la primera parte de su concierto interpretó la Sinfonía n.° 1 en do mayor, Op. 21 del alemán. La segunda parte del concierto, y para cerrar con todos los lujos la primera edición del festival, la agrupación interpretó la pieza más conocida, la estrella que más alumbra en el firmamento de Beethoven: la Sinfonía n.° 9 en re menor, Op. 125.

“Así como la Novena sinfonía, que ya de por sí como cierre de un festival dedicado a Beethoven es lo más extraordinario que se puede lograr, recuerdo el festival con profunda emoción. Al teatro no le cabía ni una persona, los artistas más destacados, los solistas, los directores, mezclados con el público en esa emoción; fue el inicio de una apuesta por fortuna hicimos con un gran poder de convocatoria”, recuerda Ramiro Osorio, director general del Teatro Mayor.

Esa primera edición, que contó con la participación de 420 artistas que se presentaron en 11 escenarios de 8 localidades de Bogotá, logró atraer a 37.940 espectadores en cuatro días (del 27 al 30 de marzo). De esta manera, el Teatro Mayor inició la costumbre de que, en cada año impar, Bogotá se sumergiera en la obra de un compositor o de un periodo fundamentales de la historia de la música clásica.

Luego de Bogotá es Beethoven, el festival continuó con Bogotá es Mozart (2015), Bogotá es la Rusia Romántica (2017) y Bogotá es Brahms, Schubert y Schumann (2019). En el 2021, Bogotá será barroco, con el festival dedicado a las obras de Bach, Händel y Vivaldi, del 31 de marzo al primero de abril.

“Nos propusimos que la lógica de este festival iba a ser siempre la de escoger el repertorio de un compositor o de una época especialmente importantes para el desarrollo de la música. Empezamos por el compositor que entendíamos reunía el mayor interés de los públicos, no solo en Colombia, sino en el mundo: Beethoven”, asegura Osorio.

El director del Teatro Mayor recuerda que la motivación para crear el festival nació en el 2012, cuando la Unesco designó a Bogotá como ciudad creativa de la música, no solo por su diverso movimiento musical sino por los procesos de educación. A pesar de que la ciudad en aquel momento ya tenía establecidos importantes eventos musicales, como los festivales al parque (Rock al Parque, Colombia al Parque, Jazz al Parque, Hip Hop al Parque y, luego, Ópera al Parque), Osorio cuenta que hacía falta un gran festival de música clásica.

La ciudad contaba con una gran oferta en materia de música clásica, por la presencia de las dos orquestas sinfónicas más importantes de Colombia, la Filarmónica de Bogotá y la Sinfónica Nacional, por las orquestas juveniles, las agrupaciones de cámara, las orquestas de las universidades y por una orquesta profesional independiente como la Nueva Filarmonía, pero faltaba un evento que permitiera un conocimiento en mayor profundidad de los repertorios de música clásica.

“Nos dimos cuenta que además de esa oferta que ya existe, hacía falta un evento que permitiera a las audiencias, por decirlo coloquialmente, mirar en profundidad en los repertorios y en esa medida contribuir a hacer mucho más complejos a esos públicos, a permitirles el conocimiento mayor de los repertorios que siguen. Y por otro lado crear un evento que, por su naturaleza, por su convocatoria, por los medios que se invierten en su difusión, fuera capaz de atraer nuevos públicos”, apunta Osorio. 

En cada edición, el festival tiene una oferta de más de 50 conciertos, de orquestas, conjuntos de cámara, solistas, coros y cantantes líricos, que se realizan en varios escenarios de la ciudad; en el 2019, por ejemplo, se hicieron 50 presentaciones en salas de diez localidades. A esto se suman las transmisiones por Canal Capital y Teatro Digital, que multiplican el alcance de las presentaciones.

“Yo creo que en estas cuatro ediciones el festival se ha vuelto, no dicho por nosotros sino por esa prensa internacional que nos acompaña, en uno de los eventos más importantes de esta naturaleza en América Latina. Es una contribución que el Teatro Mayor ha hecho de volver a Bogotá en un destino de excelencia en materia artística”, finaliza Osorio. 

ALIADOS TRANSVERSALES

ALIADOS MEDIÁTICOS