Los Mirlos, los reyes de la cumbia amazónica

Foto: Tomada de Facebook Los Mirlos

La ayahuasca es una planta ancestral de la región amazónica que, según la tradición, limpia la mente y el espíritu. Además de sus usos medicinales, esta planta también ha inspirado creaciones artísticas, como la canción Un traguito de ayahuasca del grupo peruano Los Mirlos.

Esta agrupación nació en la ciudad de Moyobamba, de la región de San Martín en el norte del Perú, y en su carrera de más de 45 años se ha convertido en un referente de la llamada cumbia amazónica, ese subgénero de la cumbia peruana que se alimenta de los sabores de la selva. Algo así como una ayahuasca convertida en música.

Los sonidos de esta agrupación, pionera en la fusión del folclor con ritmos más modernos, han recorrido el mundo en este casi medio siglo; en Colombia, por ejemplo, además de haberse presentado en incontables ocasiones, sus canciones han sido reversionadas por varias agrupaciones.

Ese sonido de la selva se puede escuchar en la plataforma de streaming del Gran Teatro Nacional de Perú. En la oferta de contenidos digitales que ha establecido durante la cuarentena por el coronavirus, el teatro acaba de subir el concierto del año pasado de Los Mirlos en el AfueraFest. Ingresa aquí. 

“Los Mirlos es una institución musical, que difunde música y cultura de la Amazonía del Perú. Cantamos nuestras raíces amazónicas selváticas y también les cantamos al amor y al desamor”, asegura en una entrevista previa al concierto el director general de la agrupación, Jorge Rodríguez Grández.

Rodríguez creó la agrupación junto a sus hermanos en 1973, con el nombre inicial de Los Saetas. En su formación, Los Mirlos combina instrumentos tradicionales como el güiro con bajos y guitarras eléctricas. Es esa mezcla lo que le da ese sonido tan único, que bien hace sentir a sus oyentes en una selva o en un viaje psicodélico. 

“Ese sonido que le da la guitarra es lo que impacta, te hipnotiza, te enamora”, explica Rodríguez.

En esta presentación, la agrupación interpreta algunas de las canciones más conocidas del repertorio peruano, como Muchachita del oriente y Cariñito -en Colombia, estos temas alcanzaron fama gracias a la interpretación de Rodolfo Aicardi-.

El grupo incluso se atrevió al reto del Gran Teatro Nacional: interpretar a su estilo una reconocida pieza de música clásica. El grupo de Rodríguez eligió la Pequeña serenata nocturna de Wolfgang Amadeus Mozart. Para aproximarse al resultado, iImagínese que Mozart no creció en Salzburgo sino en el Amazonas.