La Otra Mitad de Grupo Corpo

“Grupo Corpo no está amparado bajo nombre particular alguno: hemos conseguido encontrar una identidad de grupo”. Es un hecho: danza, música, iluminación, vestuario, escenario, todo está integrado en las creaciones de Grupo Corpo, pero alguien debe dirigir el grupo y este ha sido siempre el trabajo de Paulo Pederneiras.

Como director general y director artístico de la compañía, la cual fue fundada por iniciativa suya en 1975, Paulo es también responsable por la iluminación de las presentaciones y, a partir de Bach [1996], también ha venido participando en la creación de las puestas en escena. La luz es allí presencia fuerte, que no sólo ilumina, sino también crea el espacio de la danza: “Pienso en el espacio de la misma manera en que pienso en la luz. Algunas veces la luz es el espacio”.

Como en la pieza O Corpo [2000], en la cual la distinción entre el escenario y la iluminación virtualmente desaparece y los bailarines danzan oscurecidos entre luces rojas; o en 21 [1992], donde una mancha de luz se convierte en túnel móvil para un bloque de cuerpos; o en Sete Ou Oito Peças Para Um Ballet [1994], en la cual, al final, cada bailarín se individualiza en una columna vertical de color. Y es así en muchos otros momentos en que la luz en sí misma parece dirigir el contrapunto de los cuerpos en escena, el cual torna visible y comprensible.

Ver y entender: pero para Paulo, entender es una descripción incompleta del no saber, es un compromiso con la sorpresa o la reticencia, el cual está presente en el alma de cada nuevo trabajo, y acompaña todo el proceso, desde el momento en que el ballet es concebido, permeando hasta la forma misma en que el equipo desarrolla su trabajo: “cuestionar el propio arte es fundamental. Es siempre un riesgo, pero un riesgo productivo. Tratar de ver lo que uno tiene, y de deshacer o desmontar el propio método. Si el arte no tiene eso, no hay avance. Si esto no se logra, resulta un arte deshonesto”.

Desde su fundación en 1975, Grupo Corpo ha venido manejando los dilemas que implica, no sólo el proceso de aprendizaje, sino también el control del lenguaje, todo ello enmarcado por la conducción administrativa de la compañía. La consecución de los fondos para financiar el propio trabajo sin comprometer la calidad ha sido una característica de Grupo Corpo en los últimos 35 años. Y la compañía es conocida hoy alrededor del mundo.

Además de su trabajo con Grupo Corpo, Paulo ha realizado la iluminación de diversas óperas tales como Don Giovanni, Sor Angélica, Lucía de Lammermoor, La Voix Humaine, y Salomé y Orfeo, sólo para mencionar algunas. También ha diseñado diversas puestas en escena, tales como la sección de “Arte Indígena y Antropológico” en la exposición Brasil 500 Años, que tuvo lugar en el escenario “Oca” del parque Ibirapuera de Sao Paulo en el 2000.

“Una compañía brasilera tiene una gran diversidad física. El movimiento de cada bailarín es diferente, y aún así no se pierde la idea de ser un grupo. Es de allí que la danza toma su fuerza.”

Estas palabras describen lo que sucede con los cuerpos, pero sirven también para describir la compañía. Bajo la dirección de Paulo, Grupo Corpo ha hecho de sus diversidades una virtud. Y continúa haciendo de esta virtud su principio de creación: una forma de saber y no saber, una apuesta por lo desconocido, para descubrir siempre una nueva danza, que será siempre su propia danza.

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