Luisa Fernanda es una historia de sentimientos y no de política

El Maestro Moreno Torroba, en algunos momentos de esta zarzuela, se basa en la tradición de las canciones populares españolas y utiliza este tipo de mezcla tan peculiar entre el género popular y el género culto. Hay que decir que Luisa Fernanda no pertenece al género castizo; los protagonistas son populares. Los personajes son burgueses, discuten de política; Luisa es una mujer educada, culta, y Vidal es un hombre extremeño, rico, cosmopolita,  y nunca un “paleto” (pueblerino), y conoce bien a las mujeres: en su duetto con la Duquesa Carolina, él sabe muy bien cómo "darle caña" a esta aristócrata.

Al hacer la dirección de escena de Luisa Fernanda quería darle un marco casi quirúrgico para resaltar todo ese mundo de sentimientos presentes en esta zarzuela. El marco político, que sin duda existe, no es más que la manera de identificar un ambiente, por lo que sería absurdo hacer una Luisa Fernanda resaltando demasiado los valores de la revolución del 68. Y luego hay otra razón: considero que -con los títulos correctos- se puede poner en escena la zarzuela de una manera hiperrealista.

Una señal precisa nos la da el mismo Moreno Torroba, que reinventa la fiesta de San Antonio con la inclusión de la Mazurca de las Sombrillas. A mi modo de ver, todos los compositores de zarzuela sofistican el Madrid de su época, y Torroba sofistica en este caso el mundo de los burgueses y de los señoritos y damiselas madrileños de la segunda parte del siglo XIX. Por mi parte, intenté sofisticarlo aún más dotándolo de esas líneas puras, casi como si se tratase de un ejercicio de estilo.

Dado que el proyecto nació en el extranjero, quería recordarle al público dónde está localizada la historia porque es importante saber que estamos en Madrid, en el centro de una ciudad histórica. Por esto, decidimos inventarnos una maqueta de Madrid y situarla a un lado del escenario, reciclándola como decorado campestre cuando la historia se mueve a Extremadura.

Luisa Fernanda es una historia de sentimientos, y es esto lo que hay que resaltar. Luisa duda entre el amor de dos hombres completamente diferentes: Javier, podemos considerarlo casi como un Don Giovanni, un conquistador militar, sabemos que es guapo pero superficial (la duquesa Carolina lo retrata muy bien en el dúo del balcón, cuando lo llama Caballero de alto plumero y añade ¿dónde caminas tan altanero?). Por otro lado tenemos al hombre honesto, que sabe de mundo pero no lo demuestra, un hombre maduro y sabio, que es Vidal.

Yo creo que el amor que Luisa tiene al militar es más físico, como se dice llanamente, "tiene un cuelgue" con Javier; en cambio, a Vidal aprende a quererlo, empieza a enamorarse de él, hasta que llega a ver sus virtudes y sus cualidades. Estoy convencido de que ella, al final, cuando Javier viene a reclamarla, se va con éste pero sin estar del todo convencida y se ve en este momento casi más atraída por la hombría de bien de Vidal.

Por eso he dejado el final abierto, sin dar una solución clara a este asunto. Por el medio de todo esto está el marco político, el enfrentamiento entre los realistas y los revolucionarios. De ese ambiente, Moreno Torroba, Romero y Fernández Shaw sacan un personaje a flote, muy bonito e interesante, que es la duquesa Carolina, dama de la Reina de España, un personaje de gran lucimiento musical pero de una moral bastante dudosa, tanto como mujer y como aristócrata. Sus métodos para salirse con la suya son un poco particulares.

Siempre quise abordar esta gran zarzuela porque su estreno absoluto lo hizo mi abuelo Emilio Sagi-Barba, y desde muy pequeño recuerdo la fuerza de su voz  cantando la romanza “Luché la fé por el triunfo” en un disco de 78 revoluciones.

 

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