¿Cómo una compañía de teatro de sordos contribuye a generar consciencia y cambio?

El director ejecutivo de la compañía mexicana Seña y Verbo: Teatro de Sordos, Jesús Jiménez, detalla en esta entrevista cómo surgió el proyecto, su misión y la manera en que a través de las dos funciones que presentará en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, ‘Mis manitas hablan’ y ‘Música para los ojos’, 23 y 24 de marzo, 11 a.m., respectivamente, buscan acercar a todo tipo de público al lenguaje de señas, convirtiéndose en gestores de cambio social, inclusión y consciencia.

Por: Roberto Hinestrosa

¿Cómo surge la compañía?

La compañía se creó hace un poco más de 25 años, la creó el maestro Alberto Lomnitz después de haber trabajado con la Compañía Nacional de Teatro de Sordos en Estados Unidos. A él le quedó la inquietud de trabajar con sordos porque se dio cuenta de que el lenguaje teatral era un tanto diferente. Al no tener el oído, y no poder emitir la voz, pues toda la cuestión escénica basada en la voz, los tonos y las entonaciones la suplían los actores sordos con el gesto y con el cuerpo. Lomnitz quedó enamorado de este proyecto. Le estuvo dando vueltas a la idea durante dos años, hasta que se presentó a la Beca Rockefeller que daba apoyo a grupos artísticos en Latinoamérica, con un proyecto llamado Seña y Verbo para trabajar con actores sordos haciendo obras de teatro profesionales. Él no pensaba que le dieran la beca y finalmente salió beneficiado. De ahí nace Seña y Verbo.

¿De dónde surge el nombre Seña y Verbo?

La noción de seña viene del lenguaje de señas usado por sordos en todo el mundo, y verbo porque finalmente ellos lo asociaron con los actores oyentes que también trabajan con la compañía. El nombre significa la conjunción de la lengua de señas y la lengua hablada.

¿Cómo son los procesos de creación por parte de la compañía?

Los procesos son totalmente diferentes a una obra de teatro que se monta con personas oyentes. Normalmente en una obra de teatro tienes un texto, y a partir de él trabajas todo el montaje. En las compañías de teatro de sordos, al ser tan visuales, se crea primero todo el espectáculo, toda la obra de principio a fin, y hasta el final se escribe el texto. Ahora bien, el texto se escribe de dos maneras: hay un texto dramático que es el que se registra ante derechos de autor, y se hace un segundo texto con la traducción al lenguaje escrito de los sordos, que normalmente son letras, signos y números.

Es un proceso muy muy complicado. Hay procesos en los que no existen señas y tienen que editarlas para crear una total asociación de ideas. Y también la gramática de los sordos es totalmente diferente del español, es mucho más cercana al inglés. La manera en la que ellos asocian las ideas es mucho más concreta, porque al utilizar las manos para señar no podrían utilizar todas las frases y todas las palabras, todos los adjetivos, etc. Existen los clasificadores, aparte de señar el abecedario con las manos. Y los clasificadores son señas que tienen que ver con algo: es decir, “avión”, en lengua de signos mexicana, es como la seña metalera de los cuernos. Así que, siempre, para decir avión, se hace sólo esa seña, y no cada letra.

Hicimos una adaptación de Romeo y Julieta que se llama Silencio Romeo y que fue una obra muy complicada porque implicó hacer toda la poesía de Shakespeare en señas, y fue una traducción que duró casi siete meses. Invitamos sordos para ver si habían entendido exactamente.

Las obrs las escogemos según nuestro interés en ese momento. Hay obras para bebés, para toda la familia y hay obras para adultos. Hacemos un análisis de en qué momento está la compañía, qué necesidades tiene y de qué queremos decir.

¿Cómo es la estructura de la compañía?

La compañía está conformada por seis actores sordos que son la base del grupo, el elenco estable. Para cada obra se invita a un actor externo, y él decide si hay actores oyentes. Si los hay, el mismo director decide qué actores quiere llamar. Y con ellos hacemos todo un proceso de aprendizaje, si es que no saben de lengua de señas mexicana. Finalmente, el director en turno es el que toma la decisión de qué actores oyentes quiere que trabajen con la compañía.

¿Cuál es tu trayectoria?, ¿cómo llegaste a trabajar con Seña y Verbo?

Yo soy director de escena, y muchos de los últimos años me dediqué a hacer gestión cultural con la Universidad Autónoma Metropolitana. Yo estuve encargado casi ocho años del Departamento de Artes Escénicas de la Universidad Metropolitana, y teníamos un taller que se llama Teatro Casa de la Paz, a donde llegó Alberto Lomnitz a montar unas cosas en el Teatro. Ahí nos conocimos, y en un momento que él no pudo seguir dirigiendo Seña y Verbo, me invitó a dirigir la compañía y yo acepté gustoso.

‘Mis manitas hablan’ surge de la necesidad de acercar a los bebés y a las personas al lenguaje de señas ¿Cómo se logra esto?

Hacer obras para bebés es muy complicado. Para llegar al resultado de Mis manitas hablan hay que hacer todo un proceso de investigación. En este caso, una de las cosas que arrojó la investigación es que, científicamente, a los bebés les llama sobre todo la atención los sonidos, los colores y los ambientes que se forman con la luz. Su primer lenguaje es totalmente visual y totalmente táctil. Nosotros creamos una serie de pequeñas escenas que forman el conjunto de la obra, donde los niños empiezan a entender a través de un lenguaje universal que tiene que ver con el oído, con el tacto, el cuerpo y la vista, diferentes cosas. A partir de ello le enseñamos a los papás cómo comunicarse con los niños. Les enseñamos cosas básicas desde cómo decir “sí” o “no”, hasta la precaución ante cosas que pueden ser peligrosas. Hay una parte donde juegan con un cactus de plástico, pero los gestos que hacen los actores muestran también que se trata de algo que está peligroso.

El resultado final es que los niños juegan con los elementos con los que los actores desarrollaron toda la obra, e identifican cuáles pueden tocar y cuáles no. Es como una obra taller, interactiva y didáctica para los bebés, así como para los papás y maestros en algunos casos. Hay todo un juego con el sentido del tacto y la vista, y con la gestualidad corporal. (Haz clic para más información y boletería del evento)

En Música para los ojos, ¿cómo articular un mundo de imágenes silenciosas con la música?

Esta es una obra para un público un poco mayor, para niños de tres años en adelante, totalmente familiar. El pretexto de Música para los ojos es juntar la música con toda la parte visual que hacen los actores. Nos preguntaban cómo juntar la música con los sordos si, finalmente, los sordos no escuchan. Pues es una manera de demostrar que, aunque seas sordo, puedes disfrutar de una infinidad de cosas. 

En la obra hay un director de orquesta que llega a dirigir un espectáculo. Y a la hora de querer empezar a pasar las partituras, se da cuenta que sus tres músicos en escena son sordos. Él pregunta cómo va a hacer para interpretar sus piezas musicales, y los sordos hacen todo un juego con las partituras donde se supone que quitan toda la escritura de las notas y meten imágenes en el libro que finalmente se traducen en una proyección de video. Ellos van narrando las historias al ritmo de las piezas musicales. Finalmente es un espectáculo visual y auditivo donde la gente sale impresionada porque el trabajo tiene un nivel de perfección que la gente sale preguntándose si los músicos fiinalmente son sordos. Fue un trabajo que llevó mucho tiempo.

Finalmente, los sordos desarrollan unas grandes habilidades con su cuerpo. Las músicas tienen ciertos decibeles, más hacia los tonos graves, y esas vibraciones las percibe el cuerpo del actor. De esa manera ellos desarrollan las coreografías, de tal forma que pareciera que en realidad están escuchando, y el ritmo de las coreografías tiene una sincronización impresionante con los ritmos musicales. (Haz clic para más información y boletería del evento)

¿Cuáles son las fuentes de inspiración de la compañía?

A lo largo de todas las obras de Seña y Verbo, sobre todo las que se desarrollaron durante los primeros quince años, había una total influencia de la cultura de sordos de los mexicanos: sus necesidades, las cosas que querían decir y demostrar como sordos. En los últimos quince años ha habido una gran variedad de las obras que se han transformado más bien según el punto de vista artístico de la compañía. Todos los actores tienen la libertad de llegar y decir que quieren que desarrollemos una obra con tales características.

O también hemos tenido obras por encargo: Silencio Romeo fue una obra que surgió hace dos años, en el año de intercambio con el Reino Unido; y ellos nos encargaron una obra que tuviera que ver con Shakespeare. Ya la libertad de escoger la obra y de decidir con qué director trabajábamos fue totalmente nuestra. En este momento estamos empezando a trabajar una obra con la Compañía Nacional de Teatro de México, que es un Cyrano de Bergerac.

Así que no seguimos en realidad una línea particular, hay unas obras que hacemos a partir de la necesidad decir algo con respecto a los sordos de la compañía, y otras que hacemos por encargo siempre respetando la libertad y la autonomía de la compañía.

Hace un par de semanas estrenamos una segunda obra que hicimos con el British Council, a través del programa Unlimited sobre arte y discapacidad a nivel mundial, y este espectáculo lo hicimos con una actriz inglesa sorda. La obra se llama Cuéntame de ti. Son dos sordas que se encuentran en un aeropuerto, una mexicana y una inglesa, y empiezan a platicar sobre lo que es ser mujer, lo que es ser sorda y lo que significa ser mujer sorda en Inglaterra y en México. Esta obra es fuerte, más para adolescentes y adultos, y nació a partir de la necesidad de que una mujer sorda pueda expresar tanto sus miedos como sus frustraciones y alegrías.

No sé cómo sea la cultura de los sordos en Colombia, pero creo que tenemos muchas cosas parecidas con México. La actriz que interpretaba la parte mexicana tiene 43 años. Ella hablaba de que cuando era niña, a los sordos en México se les trataba como enfermos. Y a ella su familia no la dejaba salir de su casa para no exponerla. No podía tener esta comunicación que ahora es tan libre. El tema de discapacidad es tan común en tantos países y, aunque faltan muchos apoyos, finalmente hay más oportunidades para ellos. Platica que era muy común que a las chicas sordas que ella conoce las robaran y las violaran.

Hablas de una transformación de la manera en la que la sociedad interactúa con las personas sordas ¿Cómo una compañía de teatro para sordos se posiciona en ese contexto, y cómo contribuye a generar consciencia y cambio?

Hace un poco más de 25 años que surgió la compañía, y la palabra “discapacidad” no se utilizaba en México, y no creo que se utilizara en ningún país latinoamericano. Y aunque no es una palabra que realmente represente a los sordos y a los ciegos, finalmente sí es una palabra que sirve para identificar ciertos grupos. Sin quererlo, Seña y Verbo se convirtió en México en un referente de arte y discapacidad. Es una compañía que se ha tomado como modelo para hacer una compañía de teatro de ciegos, por ejemplo, y todo ha sido basado en el uso y en el respeto de la cultura de los sordos como una base esencial del espíritu de la compañía.

Una cosa que nos ha costado mucho trabajo hacerle entender a la gente es que somos una compañía de teatro de sordos, no una compañía de teatro para sordos. Es decir, todas las obras que hacemos nosotros están hechas y pensadas para que todo el público las entienda, seas sordo o seas oyente. Somos una compañía incluyente, pero a la inversa. Nosotros hacemos parte de la cultura de los sordos e invitamos a actores oyentes a que participen con nosotros en el contexto de una obra de teatro de sordos.

Eso es algo muy importante de mencionar porque todavía nos pasa en la actualidad que, la gente cuando ve la palabra “sordos” en los afiches sigue pensando que se trata de obras exclusivas para sordos. Tenemos que explicarles que en realidad no, que se trata de obras hechas por actores sordos para todo público. Al principio por supuesto existió mucho el prejuicio de que eran obras complicadas, y que el público oyente no iba a entender. Finalmente, eso es algo que se ha ido derrumbando, no por completo, pero sí una gran parte a lo largo de estos 25 años.

Seña y Verbo es la compañía de teatro sordos más importante de Iberoamérica, y la segunda más importante del mundo, después de la compañía de teatro de sordos de Suecia. Es una labor que nos ha llevado más de 25 años, y que es finalmente reconocida a nivel mundial. A nosotros esto nos llena de un regocijo impresionante. 

ALIADOS TRANSVERSALES

ALIADOS MEDIÁTICOS