El Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo lamenta la muerte del compositor y director polaco Krzysztof Penderecki

El polaco Krzysztof Penderecki fue uno de los compositores y directores de orquesta más importantes y polémicos del siglo XX. En el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo realizó dos conciertos como parte de la inauguración en la quinta y sexta edición del Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá (2016 y 2017). En el primero, dirigió a la Orquesta Filarmónica de Bogotá y a la pianista lituana Muza Rubackyté, mientras que en el segundo fue batuta de la Orquesta Juvenil de Cámara de la Filarmónica de Bogotá.

Este domingo, el universo de la música clásica despide a uno de los grandes músicos que se atrevió a romper esquemas y a desdibujar la estructura del pentagrama a través del avant garde. Treno a las víctimas de Hiroshima y el Réquiem polaco son algunas de las obras más destacadas del compositor, que murió a los 86 años.

En su infancia, descubrió la música y a los 6 años ya tocaba el violín; luego, se animó a componer piezas cortas. Su padre también interpretaba este instrumento y escribió dúos para ambos. En su adolescencia, decidió dedicar su vida a la composición y en 1972 inició su carrera como director. Desde entonces, dirigió las más importantes orquestas de todo el mundo.

En las décadas de 1950 y 1960 se interesó por el avant garde y por la música electrónica de ese tiempo. Durante esa época, trabajó en un estudio en Varsovia donde exploró este género musical. Esta influencia se puede apreciar en piezas como Treno para las víctimas de Hiroshima y Polymorphia.

 Fuera de los grandes escenarios, y sin orquestas en vivo, la música de Penderecki hizo parte de la banda sonora de películas como El Exorcista y El resplandor, de Stanley Kubrick, en la que se escucha El despertar de Jacob.

Con el estreno de Anaklasis en el Festival de Donaueschingen en 1960, Krzysztof Penderecki se convirtió en parte de la vanguardia internacional. Ganó una reputación entre un público más amplio con el estreno de La pasión según San Lucas en la catedral de Münster en 1966. Además, compuso varias de sus obras en memoria de las catástrofes en el siglo XX. Treno para 52 instrumentos de cuerda, estrenada en 1960, está dedicada a las víctimas de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima.

Entre los reconocimientos que recibió se destacan el Doctor honoris causa por distintas universidades, varios premios Grammy y el premio al mejor compositor en el Midem Classique de Cannes (2000). El compositor fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2001 y con el Praemium Imperiale japonés en 2004.