Haydn y Mahler IPO

Haydn y Mahler para el corazón

En su concierto del año pasado en el Teatro Mayor, que se puede disfrutar en Teatro Digital, la Filarmónica de Israel interpretó obras de estos dos compositores.

El chelista argentino Enrique Maltz ha estado en las filas de la Orquesta Filarmónica de Israel durante 33 años. En 32 de ellos, el argentino trabajó bajo las órdenes del célebre maestro Zubin Mehta, quien se retiró en octubre del año pasado de la orquesta tras medio siglo de trabajo. 

Fue toda una vida trabajando junto a Mehta y conociendo sus gustos musicales. Esa experiencia, llevó al argentino a decir que hay dos compositores que están en el corazón del maestro: el austriaco Joseph Haydn y el bohemio Gustav Mahler.

“Él (Mehta) creció en la ciudad de Viena y estos dos compositores en Viena son los mayores de la música clásica, en sus extremos, el de la música romántica y el expresionismo. Yo no creo que haya otro director que dirija Mahler de la forma que el maestro lo hace, y Haydn es una cosa muy clásica que a él le encanta”, decía el argentino en una entrevista con el diario El Tiempo el año pasado.

La excusa de aquella charla era que la Filarmónica de Israel había escogido piezas de estos dos compositores para su concierto del 24 de julio en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. Era la tercera ocasión en que la agrupación se presentaba en el escenario bogotano y además hacía parte de la gira de despedida del maestro Mehta. 

Las obras elegidas fueron la Sinfonía concertante en si bemol mayor n.° 105 de Joseph Haydn y la Sinfonía n.° 1 en re mayor, ‘Titán’ de Gustav Mahler. Ahora, el concierto se puede ver de nuevo, hasta el 6 de agosto, en la plataforma Teatro Digital, de Bancolombia y la Alcaldía Mayor de Bogotá a través del Instituto Distrital de las Artes y su escenario el Teatro Mayor. 

El concierto empezó entonces con la pieza de Mahler, que contó con los solistas Emanuele Silvestri (violonchelo), Daniel Mazaki (fagot), Dudu Carmel (oboe) y David Radzynski (violin). Según los registros musicales, esta sinfonía se estrenó en 1792, durante una de las visitas de Haydn a Londres.

“La obra de Haydn, con la participación como solistas de cuatro de los primeros atriles de la orquesta fue la novedad del concierto, ya que ella raras veces se toca y aunque no es de las obras mayores del compositor, sí tiene las características que hacen de Haydn uno de los grandes genios de la música de todos los tiempos”, escribió Manuel Drezner en su columna sobre el concierto en el diario El Espectador.

La Titán de Mahler también reservaba otra novedad, pues Mehta decidió incluir el movimiento Blumine (segundo en el orden de este concierto), originalmente desechado por Mahler. 

“Este desapareció hasta cuando se halló en un archivo de los Estados Unidos en 1966. Benjamin Britten fue el primero en volver a presentar Blumine como pieza independiente y desde entonces se ha ejecutado con discreta frecuencia, usualmente sin reintegrarla a la Primera sinfonía en respeto por el criterio del compositor y de sus más relevantes estudiosos”, escribió Ricardo Rozental en las notas del programa de mano del concierto.

Según Rozental, Mahler comenzó la Titán como un poema sinfónico en forma de sinfonía con cinco movimientos, pero terminó como una sinfonía de cuatro movimientos, depurada del segundo movimiento.

“…La versión de la obra mostró las capacidades técnicas de la orquesta y fue aplaudida en forma entusiasta”, aseguró Drezner en su columna. 

 

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