Las artes entran al aula de la educación

Ramiro Osorio, director general del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, y quien además de su destacada faceta como gestor cultural tiene una larga trayectoria como actor y director, recuerda que cuando tenía 8 años hacía parte del grupo de teatro del Colegio San Bartolomé que, por alguna razón, llegó a actuar al Teatro Colón de Bogotá.  

“Ahí se me cambió la vida -recuerda Osorio-. Ese día que yo me paré en el escenario intuí lo que era ese fenómeno de la comunicación con la persona que lo está viendo a uno y dije: ‘Yo me quiero dedicar a esto toda la vida’”.  

Jaime Acosta, rector del Colegio San Jorge de Inglaterra de Bogotá, rememora una regla de oro que alguna vez le dijo un profesor amigo en Inglaterra: ‘Todo buen colegio tiene un buen programa de música’.   

“Y nosotros a eso le creemos mucho y por eso lo trabajamos tanto en el Colegio. Además, creemos que todo lo que se hace en artes es muy importante porque necesitamos enriquecer nuestra sociedad”, dice Acosta.   

María Ángela Torres, que estudió en el Colegio Marymount de Bogotá y quien desde hace once años es la rectora de esta institución educativa, recuerda con cariño el Song & Dance Contest, un tradicional evento artístico anual protagonizado por las estudiantes del colegio. “Nosotros llevamos más de 60 años con este evento. Mi mamá, que estudio con las monjas, participó en el Song & Dance”, apunta Torres.  

Las anécdotas de Osorio, Acosta y Torres convergen en un mismo punto: la importancia de las artes en la educación. Esa convergencia de pensamientos ha dado como resultado la alianza del Teatro Mayor, el Colegio San Jorge y el Colegio Marymount, gracias a la que nació el programa Socios al Mayor Escolar, que se lanza este 10 de septiembre.   

Los dos colegios ya venían trabajando con el Teatro en un programa que les permitía a las instituciones educativas realizar actividades culturales y artísticas en los espacios del centro cultural. Para fortalecer la alianza con estas instituciones y llevarla más allá de los espacios físicos, el Teatro Mayor diseñó una nueva estrategia en la que les proporciona proyectos educativos de alta calidad, herramientas de desarrollo profesional y otras ayudas, que les permitan integrar las actividades en el aula con el espacio escénico real. 

De esta manera, se busca generar una especie de clúster que aporte al enriquecimiento cultural del país empezando por entornos educativos, apoyados en una plataforma exclusiva que se alimenta de una diversa oferta de contenidos culturales y pedagógicos.  

“Es un gran reto de toda sociedad tener un sistema educativo que permita, por un lado, tener unos contenidos culturales que permitan tener consciencia de la diversidad cultural del país desde la primera infancia. Y, por otro lado, que tenga la capacidad de detectar las aptitudes, los talentos artísticos y permita que ese sistema los vaya desarrollando a lo largo de la educación básica. Así no vayan a ser artistas todos, lo importante es que sean mejores ciudadanos”, comenta Osorio.   

Por su parte, Luz Helena Cano, gestora en educación y programas a la comunidad del Teatro Mayor, asegura que a pesar de que existen brechas en la educación artística a nivel escolar, la creación de la comunidad de Socios al Mayor Escolar genera importantes oportunidades.

“Este espacio permitirá construir y recoger experiencias educativas desde un trabajo conjunto y de doble vía donde los colegios y el Teatro Mayor traen, cada uno desde su quehacer, trayectoria y especialización, propuestas para fortalecer los vínculos entre ambientes escolares y centros artísticos/culturales, brindando al medio un ejemplo concreto de cómo se puede abogar por que todos los niños y jóvenes tengan la oportunidad de vincularse a las artes como algo esencial de la experiencia humana”, añade Cano.     

Las artes en el aula  

Para ilustrar la importancia de las artes en el Colegio San Jorge de Inglaterra, Jaime Acosta menciona la experiencia de los musicales que se crean en la institución, en cuyas audiciones se presentan cantidades de alumnos, que si no clasifican en los papeles principales deciden trabajar en escenografía o detrás del telón. Gracias a la alianza con el Teatro Mayor, las últimas versiones de esos musicales se presentaron en la sala principal del complejo cultural.  

“Hemos logrado llenos absolutos en el Teatro, no queda un lugar desocupado. Las familias van aprendiendo y les va gustando ir a teatro, ir a oír música, y eso es muy bueno para la sociedad, ahí es donde ustedes y nosotros vamos a hacer unas cosas maravillosas para el futuro, para enriquecer culturalmente a esta sociedad”, explica Acosta.  

María Ángela Torres comenta que el Marymount de Bogotá es un colegio que le apuesta de una manera lo más equilibrada posible a las artes para el desarrollo de las diferentes dimensiones de sus estudiantes. Es por eso que las artes ocupan un lugar tan importante en el currículo como lo tienen la espiritualidad o lo cognitivo.  

“Nosotros nos dedicamos a romper el esquema de cómo se aproximan las estudiantes a lo artístico y a lo cultural. Queremos niñas plásticas, haciendo esculturas, ensuciándose; no queremos dibujo al óleo limpio e impecable, queremos explotar su potencial… Empezamos entonces a engrosar nuestra propuesta curricular y a buscar que todas las estudiantes atraviesen y pasen por esa experiencia. A eso le adicionamos en los últimos años la enseñanza a ser público: nuestros eventos artísticos buscan educar público, no solamente a ser artistas”, afirma Torres.    

El programa Socios al Mayor Escolar llega entonces a contribuir a ese trabajo, con contenidos como el programa Link Up del Weill Music Institute del Carnegie Hall de Nueva York, que guía a estudiantes y profesores en la exploración del repertorio orquestal.  

Además, se podrá disfrutar de la transmisión exclusiva de un espectáculo de artes escénicas -cada jueves, a las 5 p. m.-. También están disponibles los contenidos de la Teatropedia, la enciclopedia de las artes escénicas del Teatro Mayor y de Sura, e incluso clases de danza en inglés.   

“Creo que la alianza es un privilegio, es un beneficio, es un reconocimiento al trabajo arduo que los colegios hemos hecho. Mi invitación sería a que los colegios insistamos en seguir fortaleciendo de manera equilibrada y muy respetuosa las dimensiones del ser humano para que los estudiantes tengan la oportunidad de encontrarse en esos escenarios”, argumenta Torres.    

La meta de este programa es crear una comunidad colaborativa en la que se unan esos colegios que tienen un alto interés en que las artes y la cultura sean parte de su modelo de enseñanza.   

“Yo les diría que es una cosa maravillosa ver unos niños que uno ha empezado a formar desde que tenían 5 años y que después llegan a ser intérpretes importantes de instrumentos complicados como el violín, que se necesita de cierta calidad de oído, de destreza, de talento”, asegura Acosta.  

Según Cano, aunque ha sido un reto para las artes ubicarse en el entorno escolar, porque han carecido de evidencia empírica que demuestre su valor educativo, ese panorama se ha venido aclarando. “Desde la investigación y la práctica se viene brindando evidencia de que las artes traen beneficios cuando se incorporan en el currículo escolar, encontrando que mejoran el aprendizaje, permiten la transferencia de conocimientos entre disciplinas, crean ambientes escolares más sanos y personas más empáticas, y naturalmente propician las habilidades creativas, colaborativas y comunicativas de los estudiantes”, expone.    

Para Ramiro Osorio, con esta apuesta se refleja la lógica multifacética del Teatro Mayor. “Yo no me imagino el teatro sin niños, para mi ver a los niños en el teatro es saber que somos una institución viva, que estamos cumpliendo de verdad con uno de nuestros grandes propósitos y obligaciones que es enriquecer la vida e ir contribuyendo a construir estas nuevas ciudadanías”, finaliza Osorio.