Magdalena Rodríguez, 55 años dedicada al infinito mundo de los títeres

Magdalena Rodríguez, 55 años dedicada al infinito mundo de los títeres

La directora de El Baúl de la Fantasía recibió un homenaje a su carrera en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.

En las décadas de 1960 y 1970, el Teatro del Parque Nacional en Bogotá fue epicentro de una especie de ‘big bang’ del lenguaje de los títeres y las marionetas de Colombia. De aquel escenario salieron algunos de los representantes más destacados del género en el país, que hasta hoy siguen moviendo el hilo de sus muñecos.  

Una de esas artistas es Magdalena Rodríquez, que comenzó formándose en el ballet, estudió arte comercial y finalmente llegó al mundo del teatro, especialmente el de las marionetas y los títeres, en 1965, como una de las fundadoras de la compañía The Puppets del Colombo Americano.  

Más de medio siglo dedicado a las artes escénicas ha producido la creación de varios grupos, como El Baúl de la Fantasía, que se formó en el 2005; además de numerosas obras de teatro y de reconocimientos a su trabajo.  

Su labor ha generado tanto aprecio entre sus compañeros y colegas que, por ejemplo, Ciro Gómez, director del grupo Hilos Mágicos, la define como la “mamá de los títeres en Colombia”.  

Este domingo 21 de febrero, Magdalena Rodríguez sumó otro reconocimiento a su abultado palmarés, ya que el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo la homenajeó con la entrega de una placa por sus 55 años de carrera.  

La entrega se dio después de la segunda función en el Teatro Estudio de la obra La abuela Chifloreta y Caperucita Roja, dirigida por Rodríguez. En la pieza, las marionetas cuentan una divertida historia en la que abuela despistada, mientras trata de entretener a sus nietos, mezcla las historias de Caperucita Roja, Blancanieves y la Bruja Baba Yaga. 

En un video en tributo a la carrera de Rodríguez, Ciro Gómez asegura que el trabajo de la artista se debe reconocer en tres esferas: como dramaturga, como directora y como intérprete. “Como dramaturga vemos que ha elaborado sus obras con mucho cuidado, sobre todo teniendo una delicadeza especial en el lenguaje trabajando para niños”, asegura el director de Hilos Mágicos.  

Tras la fundación de The Puppets, en 1977 Rodríguez conoció a Eduardo Di Mauro, quien sería su gran mentor. Luego, dirigió la sala estable de títeres del Instituto de Cultura y Bellas Artes de Boyacá.  

La artista, que estuvo a la cabeza de la compañía Cataplúm durante 15 años, ha escrito más de 17 obras y ha dirigido más de 30 puestas en escena, siendo una de las titiriteras más prolíficas del país.  

Por su amplio recorrido artístico, ha recibido múltiples premios y reconocimientos nacionales e internacionales, entre los que se destaca: Premio Mariona Masgrau, otorgado por el Centro de Documentación de Títeres de Bilbao, España.   

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