Una mirada a ‘La secreta obscenidad’

El clásico de Marco Antonio de la Parra está disponible en internet.

¿Le creería a usted a un sospechoso señor, que lleva un largo gabán, que claramente no tiene pantalones por debajo y que está rondando un colegio de mujeres, que jura ser Sigmund Freud? ¿O le creería a un hombre que tiene una pinta similar, además de la misma mirada cargada de lascivia, que es Carlos Marx?

De entrada, ya es extraño que el padre del psicoanálisis y el arquitecto de la doctrina comunista moderna se encuentren en un mismo lugar. Y más extraño aun que lo hagan a las afueras de un colegio para niñas. Hay algo sospechoso en ese encuentro, y a partir de esa desconfianza se desarrolla la relación entre estos personajes, que protagonizan la obra teatral La secreta obscenidad de cada día.  

Esta pieza es un clásico de la dramaturgia latinoamericana, escrita por el chileno Marco Antonio de la Parra, quien la estrenó en 1984, cuando su país todavía estaba bajo el yugo de la dictadura de Augusto Pinochet.  

De inmediato, la producción se convirtió en una pieza de análisis obligatorio en los circuitos teatrales y además se empezó a montar en varios países de Latinoamérica y en España y además se tradujo a otros idiomas. 35 años después de su estrenó, en el 2019, la pieza se montó de nuevo con su elenco original: León Cohen (Marx) y el propio Parra (Freud).

Ahora, la plataforma de streaming chilena Escenix, que tiene una oferta de varios contenidos de artes escénicas, puso a disposición del público la grabación del montaje del año pasado. Ver AQUÍ

La secreta obscenidad de cada día parte de ese curioso encuentro entre estos dos personajes históricos, que más que parecer dos emblemas de la historia dan toda la sensación de ser unos simples exhibicionistas que simplemente quieren atacar a las niñas del colegio.

Pero hay mucho más detrás de esa apariencia. Y ese es justamente uno de los grandes valores de la pieza, pues a partir de diálogos que parecen circunstanciales, de simples debates filosóficos y políticos y de situaciones hilarantes, De la Parra logró colar reflexiones muy profundas sobre la difícil situación que estaba viviendo la sociedad chilena durante la dictadura.

Gracias a ese ingenioso entramado dramatúrgico, La secreta obscenidad se logró convertir en la obra chilena más representada de la historia.

En Colombia, por ejemplo, hace unos años el Teatro del Embuste montó una versión dirigida por Matías Maldonado y protagonizada por Hernán Cabiativa y Alberto Valdiri. Luego del fallecimiento de Valdiri, a finales del 2014, Maldonado empezó a interpretar su personaje: Freud.

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